La aguerrida amazona exige atención personal
constante, muestra su agresividad en lo que le interesa y va directamente tras
su conquista. Es impulsiva y arrogante y muy segura de que siempre obtendrá lo
que quiere. Por su parte Saturno en Sagitario, funge como el freno a la impulsividad
desbocada propia de la energía venusina en el signo del Carnero, y en su lugar
el Dios del Tiempo, ofrece claridad y definición para que nuestro sistema de
valores se incline hacia una clara perspectiva: lo verdaderamente útil y
necesario.
Saturno detiene los deseos desmedidos
de la Fémina Ariana, si bien, entre ellos no hay esas manifestaciones
exageradas de amor y cariño, no obstante, la manera de exteriorizarlo es a
través de lo material; la seguridad se torna importante y eso facilita un
aprendizaje para planear con anticipación las futuras necesidades. La gracia y
la severidad fluyen para que brote la lealtad entre el amor sobrio pero seguro
y que perdure el respeto con la clara convicción de que Saturno otorgará
siempre a su doncella lo que merece y nunca le negará lo que le corresponde haciéndole
ver que los placeres y los gustos también se pueden disfrutar en las cosas más sencillas
de la vida.
Ast. Madelein Mendez.
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