Afrodita en el signo de los peces
entrega de manera afectuosa y sensible ese amor ilimitado a Plutón en
Capricornio; ambas energías tienen capacidad para sentir e inspirar pasión y
con ello generar una fuerte atracción magnética, cada uno disfruta de los
estímulos sensoriales: Venus en Piscis seduce a Plutón en Capricornio a través del
amor incondicional, donde no cabe interés ni trivialidad alguna, y triunfa el
amor verdadero, su contacto actúa como una poción de amor o como un elixir
misterioso que rejuvenece el potencial erótico y permite disfrutar la llama
ardiente que despiertan ambos con su sensualidad. No obstante Plutón aísla a Venus
del resto del mundo, la va cercando, la ahoga, la manipula dejando siempre
claro que Venus le pertenece.
La expresión del amor se suaviza, la
Ninfa del Profundo Océano, tiene la capacidad de concentrarse con pasión y
ahínco para obtener lo que desea de Plutón, utiliza la manipulación pero no de
manera frontal como espera su raptor, sino que lo hace sutilmente de una manera
casi intangible, toda vez, que ha aprendido el arte de controlar lo que quiere,
sin que otros lo perciban a simple vista; el amor se vive a un nuevo nivel de
intimidad y mutuo cuidado, y es la oportunidad de oro para aprovechar esa
profundidad para amar y poseerse mutuamente y donde la emociones tienen una
gran fuerza y el contacto carnal posee sin duda un gran significado. Sin
embargo, el amor es una constante transformación en tu vida, Plutón en este
caso no pretende destruir o reconstruir las cosas, no obstante, los cambios y
transformaciones serán siempre determinantes a nivel de tus relaciones dejando
secuelas imborrables y llevándote siempre a un crecimiento personal donde la
lección más importante a prender con este encuentro, es a desarrollar una
amorosa tolerancia.
Ast. Madelein Méndez
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