El Sol en el signo de los peces, se
contacta con su primer gran desafío: y
no cualquiera, sino con el Gran Maestro Saturno.
Un duro periodo para la energía
mutable, una etapa de auto evaluación sobria y sensata donde el Dios del Tiempo,
conmina a definir qué es lo que en verdad funciona en la esencia más íntima de
nuestro ser. La Esencia idealista y transcendental pisciana es frenada por la
severidad saturnina, y esta vez la evasión, la manipulación y la desvalidez que
utiliza para escapar de la realidad son infructuosas, mientras más muestres
resistencia a querer doblegarte a la voluntad de la norma o de otros que poseen
el control, te generará más problemas a tu ego.
Es un período donde se presentan
conflictos con la autoridad, la esencia representada por el Sol choca con la
forma y la estructura de Cronos. El Señor del Tiempo debilita la seguridad, el
brillo y la vivacidad del Sol y en su lugar lo impregna de dudas acerca de su
propia valía, rigidez y depresión, solo con el firme propósito de que haya un
asentamiento y concentración en lo que es sólo prioritario y necesario, te
obliga a ver cuáles son tus límites, donde tienes que exigirte y te coloca en tu lugar para que vayas en busca de metas sólidas;
no obstante, si adoptas una mala actitud con respecto a la autoridad, los
resultados pueden ser otros ya que Saturno no quiere que rehúyas de tus
responsabilidades, sino que al contrario las admitas y las asumas, sin embargo,
una salida inteligente será ver a las personas de autoridad como una ayuda y no
como un obstáculo, suelta las riendas y recibe más bien con beneplácito los
contactos prácticos de esos individuos juiciosos, los sabios consejos de esas
personas te pueden ayudar a sortear las verdaderas necesidades de tu ser, de
manera más eficiente. Suelta el ego, suelta el orgullo y asume una actitud más
flexible, escucha sugerencias, probablemente al principio opondrás cierta resistencia pero después tú
mismo puedes encontrar que habrás simplificado tu vida poniendo en orden las
cosas más fundamentales de tu esencia y crecimiento.
Ast. Madelein Méndez
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