La doncella lunar se asoma ya en el
cielo; en su fase de cuarto creciente se le ve de color marfil y nácar curvada
hacia la derecha. Ella es el poder del inicio, del crecimiento y la generación.
Es el lienzo en blanco, es como el campo que no está arado donde se siembra las
semillas que más adelante comenzarán a
germinar y dar sus frutos.
La Luna sigue su recorrido por el
zodiaco e ingresa en el signo de los gemelos, una energía mutable de aire,
versátil y muy perspicaz. La atención de este influjo lunar se concentra en
todo lo que es novedad, en las cosas que se están produciendo en el mundo; es
la hora de tender puentes entre nuestros pensamientos y los conocimientos
porque existe una curiosidad por conocer. Rechaza toda atadura y compromiso
como toda luna de aire, por ende, es una influencia alegre, jovial, encantadora
y muy superficial donde generalmente se pierde el interés en nuestros intereses
personales para estar pendiente de los problemas de otras personas.
Su regente Mercurio hace un contacto
armónico con la coqueta dama geminiana, lo cual
favorecerá sin duda el intercambio de ideas, el buen debate y la
profundidad entre los pensamientos y nuestras emociones.
Aprovecha esta energía aérea para todo
lo relacionado a la difusión, comunicación e información de cualquier actividad
que quieras empezar. Los negocios y el intercambio comercial se encuentran muy
favorecidos, y los viajes cortos son disfrutados. Evita el cotilleo, la
inconstancia y la dispersión.
Ast. Madelein Méndez
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