Ya en el cielo, se
visualiza una luna creciente plateada que se curva hacia la derecha. Con la
Luna en Cáncer, el ambiente se vuelve receptivo y doméstico y las emociones son
profundas. Son dos días y horas, para la introversión y remitirse a temas
sensibles como el hogar, los hijos, la madre, la nutrición y la contención. Por
lo general es un influjo donde el Cangrejo activa sus tenazas para ir en busca de
lo que necesita. Indudablemente son momentos donde la inclinación general es la
búsqueda de la seguridad emocional, la intimidad y los lazos familiares. La
Luna en su signo, nos trae hermosos recuerdos de nuestra niñez, de nuestro
pasado, evoca el agradable bouquet de una tarde de juegos en compañía de
nuestra madre y nos hace volar y traer a nuestra mente pensamientos que tienen
la facilidad de ir y venir.
Sin embargo, al
estar en fase creciente, se dispara la tensión entre las luminarias, y de esta
manera las relaciones familiares o las cuestiones domésticas requieren
flexibilidad para vencer obstáculos temperamentales, tensiones emocionales y
descontento; en este sentido, no es el mejor momento para hacer reuniones
familiares ni sociales porque se puede sentir el mal humor. La cuadratura entre
una y otra produce tensión, irritabilidad, fuerte emoción, de modo que lo mejor
en estos casos, es saber manejar y equilibrar la voluntad y las emociones para
poder actuar conscientemente.
Ast. Madelein
Méndez
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