La preocupación
principal del Sol en Aries (posición exaltada del astro rey), es afirmar la
propia voluntad y conquistar el mundo. El Carnero representa la fuerza yang
arquetípica que actúa de manera impetuosa, obstinada e impulsiva. El gran
maestro Saturno en su posición retrógrada solo ayuda a desarrollar con mayor
rapidez la voluntad y el esfuerzo, la esencia fluye con la forma y el
desarrollo camina bien, de la mano con
los límites que le coloca el Dios del Tiempo. No osarás a tratar de
imponer tu voluntad ariana, sino que ambas fuerzas combinan impulso con
paciencia (que buena falta que le hace a este signo) para lograr un crecimiento
lento pero duradero, en contraste con los saltos siempre precipitados propios
del signo del guerrero. Hay una necesidad de crear orden y estructura y por
ende una disposición clara a reconocer que no todo tiene que ser desbocado y rápido,
sino que los límites enseñan también a mirar con más objetividad la realidad.
Un contacto
positivo entre Apolo y Cronos que fomenta a realizar nuestras actividades con
auto disciplina y una gran habilidad para organizar; no cabe duda, que Saturno
inyecta ese sentido práctico al Gladiador otorgándole un gran poder de
concentración y una disposición más conservadora.
Ast. Madelein
Méndez
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