El gran mercader siempre analítico y perfeccionista en su posición más
fuerte, se encuentra con Poseidón; pensamientos lógicos y precisos se ahogan en
las profundidades de un océano nebuloso e intangible, donde los pensamientos y
las palabras se pierden en las más remotas profundidades del mar. Neptuno hace que Mercurio sea poco concreto.
Tu gran facilidad de palabra y tu astucia para persuadir te convierten en
el perfecto mitómano que retuerce la verdad para no tener que enfrentarlas,
vives en un mundo de fantasía y terminas finalmente por ser incapaz de
diferenciar entre la verdad y la mentira, entre lo genuino y lo artificial. El
contacto entre estas dos energías hace del engaño una práctica común que se
transforma en una costumbre cotidiana, y el dialogo se torna confuso y difuso.
Hay una inminente incapacidad de aceptar a quien tenemos al frente, te niegas
rotundamente a aceptar esa realidad que otros insisten que veas y prefieres
seguir con la venda en los ojos. La mentira se convierte en la fiel compañera
de esta persona que prefiere el dicho que reza: “Miénteme y hazme feliz… porque
hay verdades que desgarran y mentiras que enriquecen…."
Madelein Méndez- Astromadesoterica
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