En
sus primeros grados de recorrido por Acuario, la luminaria hace contactos
tensos con el Sol y Venus en Escorpio: la intensidad y profundidad arácnida
entra en conflicto con la rebeldía y excentricidad acuariana, la mente y el
alma no están alineadas y se presenta un choque vehemente entre lo consciente e
inconsciente, provocando intensas fluctuaciones en nuestros estados emocionales;
anima y animus en tensión, se encuentran en una serie disyuntiva entre el
anhelo de seguridad emocional y la tentadora llamada del deseo, ambos resultando
en apariencia insatisfactorios, generando un temperamento inestable y de
extrema sensibilidad y por ende, propiciando dificultades a nivel relacional,
no obstante, el respirito podría venir más tarde cuando haga un aspecto
armónico con Mercurio en Libra, entonces indudablemente el sentido común será
lo que prive entre los pensamientos y las emociones. Busca tu punto de
equilibrio entre tus deseos y necesidades.
Madelein Méndez- Astromadesoterica
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