Una naturaleza fuerte e instintiva
mezclada con un poder casi sobrenatural para hacer que los deseos se conviertan
en realidad. Muy difícil es evitar dejarse seducir por esta atmosfera
magnética, misteriosa y profunda. La diosa Lunar le toca ahora convertirse en
Perséfone para bajar al Inframundo y salir al encuentro con Hades.
Cuando la Luna está en Escorpión, predominan
las emociones sensibles e intensas, es una energía fascinante, exhaustiva y
apasionada, que seduce por completo a los demás, pero que también si lo quiere
se resiste a la tentación del poder para utilizar su potencia espiritual para
sanar, logrando superar el yo. Tus dotes psicológicas, te permiten captar la
esencia de las personas y hasta sus más ocultas intenciones.
Durante su influencia hay tendencia a
actitudes y comportamientos extremistas, y se hace un imperativo conseguir lo
que se desea, porque hay una determinación, obsesión, y persistencia fuera de
lo común para perseguir tus objetivos. El egoísmo, los celos, la desconfianza,
lo misterioso, lo secreto y lo oculto son temas que se activan con esta energía
lunar, no obstante, todo está supeditado al cambio, a la transmutación y esta
energía alquimiza lo que toca, porque
necesita comprometerse con aquello que siente profundamente y su seguridad se verá
satisfecha si llega al fondo de las cosas.
La Luminaria hará contacto durante su
recorrido, con importantes energías en escorpio (Mercurio, Saturno y Sol),
actuando como un detonante de emociones encontradas, pensamientos y
sentimientos radicales y obsesivos, con tendencia a la introspección, donde predominará
la profundidad de la parte emocional y cognoscitiva. Existe una concordia
armoniosa entre emprender una acción y la disposición de que las cosas acontezcan,
lo que convierte este tránsito en una excelente oportunidad para investigar y
llegar al fondo de las cosas.
Madelein Méndez- Astromadesoterica
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