Amar por entero o nada definitivamente,
el encuentro entre la Bella y la Bestia no conoce el término medio, o se
involucra uno del todo o en absoluto. El lado positivo bordea lo divino y el
lado negativo limita con la perversión; la sombra imposible de aceptar en uno
es traída por el otro. El secreto es descubrir que uno es más monstruoso de lo
que creía… o más vulnerable, según donde esté posicionada la conciencia.
Venus y Plutón en Capricornio fusionan
poder, ambición, orgullo y control, no obstante la fascinación se apodera de
estas dos energías pero por estar en el elemento tierra, es más fría,
calculadora, sin dejar por supuesto de un lado el deseo por el poder.
Encuentros intensos, apasionados, donde
la sexualidad no es solo placer físico, sino una búsqueda de profundización y
transformación; Hades cree manipular por completo a la práctica doncella, quien
lleva debajo de su manga también sus dulces armas, no obstante, puede sentir que si se abre
afectivamente puede ser destruida, por eso le cuesta entregarse, siendo a la
vez muy seductora.
El amor duele, te atrapa, te secuestra
tu vida afectiva y llegan a maltratarte emocional y mentalmente, es inevitable
la posesión y vives en un constante torbellino que te arrastra y transforma
irremediablemente tu vida. Para empezar a resolver esta dicotomía hay que
descubrir cómo las relaciones afectivas generan un juego de poder y un control
mutuo.
Venus se aproxima a su Raptor Hades, y
caen en juegos y luchas de poder emocional, muchas veces inconscientes sin
embargo, Urano en Aries, es el límite, el conflicto y la disyuntiva que hace
tambalear lo concreto de la energía venusina; la gélida energía saturnina puede
salir victoriosa ante dos caminos ambivalentes que son recibidos por fuegos
artificiales, que dan la posibilidad de liberación para dar cabida al amor y
las relaciones centellantes sin compromiso, un divorcio imprevisto ante la
peligrosidad de perder tu libertad.
Nuestros valores sentimentales y
materiales tambalean ante este encuentro entre Venus, Plutón en tensión a Urano
quien funge como el despertador errático, donde todo puede suceder pero de
manera repentina o inesperada, nada es para siempre, nada es seguro, porque una
inquieta e inesperada necesidad de independencia viene quizás a perjudicar o a
liberar el yugo plutoniano. Momento importante y revelador de todo vínculo
relacional, comercial y sentimental, toda vez que, indudablemente los lazos
afectivos se ponen a prueba, los gustos
sociales o estéticos pueden someterse a un minucioso análisis, pero también el
capricho o la fantasía puede jugarnos una mala jugada desencadenando rupturas,
pérdidas, alejamientos y la secuela visible será simplemente que ya nada será
igual. Madelein Méndez- Astromadesoterica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario