Hades no conoce de tácticas suaves, raptó a Core y la llevo al reino de los muertos; Le coloca en su mano doce semillas de una granada, pero solo come seis: De allí en adelante se transforma en Perséfone, simbolizando la transformación a través de la muerte, el proceso de regeneración a partir de las crisis: seis meses de su vida le toca vivir en el reino de los muertos y seis meses con su madre sobre la tierra.
Una hambruna insaciable y una sed que no se apaga caen en los dominios de la Luna dispositada por Plutón; la oscuridad, el mejor escenario para el encuentro entre Sol y Luna y así formar la Luna Nueva invisible a nuestros ojos, que tiene la capacidad de regeneración propia de esa oscuridad, una etapa necesaria, en la que la fuerza de la vida parece desaparecer por un tiempo; algo viejo muere y hay que descender como Perséfone, a las sombras para que algo nuevo nazca otra vez hacia la luz.
Nuestras pasiones alimentan nuestro instinto por eliminar todo obstáculo que bloquea nuestro paso; ya sea porque hemos dejado ir o ya sea porque nos han dejado ir, estamos ahora en el umbral de esta Luna de siembra y nuevas intenciones despojados de alguna limitación que nos bloqueaba la entrada a un proceso de cambio importante y necesario. Es probable que, aunque doloroso, este proceso tenga sabor a liberación. Escorpio es un signo de agua fija, seguramente nos enfrentaremos a algún tipo de bloqueo o estancamiento en nuestro proceso de cambio. La energía estancada genera resistencias al cambio; es probable que el proceso de soltar o disolver estas resistencias a movernos hacia una nueva dirección se expresen como una profunda sanación. Una sanación que nos habla de la liberación de un dolor profundo, de una herida, de un apego. La resistencia a cambiar, a movernos, a elegir nuevos caminos, a explorar otros puntos de vista, a crear nuevas formas de hacer, a aceptar la realidad tal como es, a renunciar a las fantasías que nos ha acunado hasta ahora, a salir de nuestra zona de confort, se expresan de distintas maneras.
Sol, Luna y su psicopompo Mercurio, que conecta el mundo de los vivos y los muertos: nos invita a que interroguemos nuestra capacidad de engañarnos y traicionarnos a nosotros mismos a través de nuestras palabras, a través de cómo nos comunicamos, a través de la conciencia del abismo que hay entre lo que sentimos y pensamos y lo que realmente logramos decir y comunicar.
Para elevar nuestro poder, para levantar nuestra voz de las cenizas del pasado, es necesario abandonar lo caduco e inservible y que ocurra una verdadera metamorfosis en nuestra vida que está asociada a la destrucción; Escorpio es muerte y resurrección, que esperabas?, las alas de la mariposa no salen de la noche a la mañana, para renacer hay que destruir primero, es una oportunidad de transformar lo oscuro en luz, de evolucionar y transcender de lo tenebroso a la claridad, un momento único para ver como el escorpión se transforma en el águila, que despliega sus alas y se eleva hacia lo superior.
El 30 de octubre de 2016, a los 7º, se forma el Novilunio en Escorpio. Que esta Luna nos permita llegar profundo a las raíces de nuestra verdad, que nos de la fuerza para elevar el fuego de esta verdad hasta nuestro corazón.
Qué el calor de este fuego de la verdad en nuestro corazón ilumine nuestra mente y nuestros pensamientos y que podamos crear la hermosa alquimia de destilar este poder a través de nuestra voz, nuestra verdad, nuestra palabra. Este es el cambio, la sanación y el poder. El poder de hablar, el poder de la verdad.
Feliz Novilunio! Feliz Renacer!
Madelein Méndez- Astrologa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario