Un
lujurioso baño de espuma y aceites de suave fragancia, con ardientes velas
alrededor, de fondo, una música que invita a soñar. La Bella y la Bestia
siempre concluyen en desenfreno, porque al fin de cuentas, la carne es débil y
siempre termina en las brasas. Los bajos instintos predominan durante esta
conjunción y el amor representado por Venus se fusiona a la perfección con el
sexo representado por Plutón.
La
conjunción Venus-Plutón ocurre en Capricornio, un signo que para algunos es
frío y distante, pero, es el ambiente refinado, el de las altas esferas
sociales, el del estatus y como dicen por ahí todo huele a perfume francés,
champagne y cash. Capricornio es también el signo de la espera, pero, no de brazos
cruzados, sino de la del trabajo de hormiga, es el de la mirada tímida por
días, el del saludo inocente, el del regalo inesperado en tu día de cumpleaños.
Capricornio es un signo cardinal y como tal sabe desde un principio lo que
quiere y como conseguirlo. Se dice que tiene el poder de hacer que el árbol más
seco termine siempre dando sus frutos.
Un
amante permanente en la escena, Plutón toma a su Doncella, significando que ambos pueden dar y recibir una firme
satisfacción; no es una alegre combinación, sin embargo, es la que lleva a
obtener una profunda gratificación. Plutón, el Dios insaciable, no se satisface
fácilmente, tiene ese pozo sin fin de ardiente deseo, especialmente para su
Venus que también exige éxtasis total y
siempre tiene todo el tiempo apetito.
Plutón
genera esa sensación de que todo puede terminar en cualquier minuto mientras
que Venus de que debemos vivir como si nunca se fuera a acabar, no es solo el
sexo como tal, es el tanteo con las yemas de los dedos por cada rincón de tu
cuerpo, es el deseo de provocar unido con la necesidad de ser provocado, Venus
en Capricornio aparentemente fría y frívola juega a ser inocente, cuando en
realidad no lo es tanto, y Plutón, siempre será el chico malo capaz de llevarla
a la perdición.
Durante
toda esta semana, se despiertan los más bajos instintos, las pasiones y se
incrementan las relaciones amorosas intensas y pasionales, con las que se puede
tener problemas si actuamos indebidamente. Surgen celos, malos entendidos,
peleas, manipulaciones obsesivas que te pueden convertir en el oscuro objeto de
otra persona, es jugar al gato y al ratón," ya sabes si te atrapo serás
mío y te comeré por completo"; ese es el juego de Venus y Plutón desde un
punto de vista más lujurioso, pero desde otro ángulo más positivo, podemos encontrar
en nosotros el amor y el poder personal, la capacidad de regenerarnos, de dejar
atrás lo que limita nuestra capacidad de amar intensamente. Abrirnos sin miedo
a la intimidad, a dejar caer las mascaras y enseñar quienes somos, darle al
otro nuestras rosas sin ocultarle las espinas.
Madelein
Méndez- Astrologa.
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