Hay
un encanto inmediato que resulta extremadamente seductor cuando la Luna se
pasea por el signo de Libra; camina abierta y ligera, suave en su movimiento,
siempre dispuesta a provocar que la amabilidad se vea complementada por la
voluntad de producir una atmósfera de relajación y calma.
Observamos
que las reacciones del colectivo se inclinan a conservar la tranquilidad antes
que unirse a cualquier refriega, y que la tendencia a sentir pánico ésta muy
baja en la lista de respuestas características a tales situaciones, al menos
eso intentará mostrar mientras no contacte con Urano en Aries y Plutón en
Capricornio.
Mientras
no ocurran esos contactos, podemos esperar esas horas matizadas de ese tacto y
diplomacia característico de Libra y que haya una respuesta inmediata ante los
problemas y puntos de vista de otras personas; posiblemente una gran habilidad para
identificarnos con ellos; por un lado excelente, pero por otro lado, puede
conducir a la indecisión, la superficialidad y la susceptibilidad. Durante
estos días se disfruta con el contacto y será propicia la ocasión para
transigir y compensar siempre orientado al bienestar del otro, y astutamente en
cómo decir no haciendo que la contraparte lo perciba como una mejor respuesta a
un sí, utilizando sabiamente la diplomacia como el arte para limitar el poder
de los demás, sin involucrar nuestros sentimientos, enfocados en no incluir lo
que coarte nuestra libertad e independencia interior.
Avócate
estos días a disfrutar de lo perfectamente simétrico y hermoso, escuchar música,
danzar, o simplemente ocuparte de mejorar tu apariencia física, trabajar con
colores, flores y aromas que evoquen el perfecto equilibrio que la naturaleza
muy bien conoce, enamórate de lo que te gusta, enamórate de la vida, disfruta
de una reunión social donde la elocuencia y
el encanto sean tus sellos personales.
Ast.
Madelein Méndez.
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