Mercurio en Aries contagia
al colectivo por estos días con su pensamiento mordaz, argumentativo y
pendenciero; siempre piensa primero en el yo; por su Parte Plutón en
Capricornio, experimenta su poder a través de las leyes y normas. Dos Dioses
que se conocen y no se pisan entre ellos la manguera, como dicen por ahí, son
caimanes del mismo caño.
Mercurio en cuadratura a
Plutón es la palabra poderosa, la que define la visión de nosotros mismos. Es
también la verdad inconsciente que se muestra disfrazada de chiste, el ninguneo
que nos hacen/hacemos cuando lo decimos “en broma”, la quita de poder cuando le
decimos al otro que “no puede”, que “es gordo”, o “muy flaco”, o “tonto” o etc.
Aunque le pongamos la aparentemente inocente máscara, el poder bulle debajo.
El tono de la comunicación puede
ser emotivamente poderoso, con un efecto cuasi-hipnótico que reflejaría la
fuerza de tu Alma y de tus convicciones y opiniones. En Aries, Mercurio es
impaciente e inclinado a la testarudez, se mezcla la astucia con el poder, la
ligereza con la profundidad; el asunto es saber utilizar nuestro vocabulario,
manejar con discreción nuestro verbo, y es justamente lo que genera tensión, ya
que hay una necesidad compulsiva de hablar y comunicar, la cardinalidad
disonante entre estas dos energías mal manejadas se transforma en intolerancia
y egoísmo.
Sin embargo, persiste una
necesidad de explorar, inquirir, o experimentar en áreas que son consideradas
como tabú por la sociedad o por el entorno familiar. Si queremos llegar hasta
el fondo de algo, no será tan difícil hacerlo, o utilizaremos ciertos recursos
de persuasión con una franqueza brutal sin tomar en consideración si son
correctos o no.
Palabra busca Palabra, Una
idea trae otra, y así se hace un libro, un gobierno, o una revolución, dicen
por ahí. La pluma es más fuerte que la espada, dicen, y yo creo que es porque
lo escrito puede producir millones de heridas y permanecer durante años, las
palabras no se las lleva el viento…
Midamos las palabras, las
que nos llegan y a las que creemos inocentes, las que decimos sin aparente carga
de maldad. Midamos también las que no decimos, las que quedan por debajo. Pregúntate
por qué esa y no otra, por qué elijo decir “estoy” y no “soy” frente al espejo.
Madelein Mendez- Astrologa y
Tarotista.
Para Consultas Astrológicas
o de Tarot, escríbeme un correo a astromadesoterica@hotmail.com para coordinar
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