sábado, 7 de marzo de 2015

LA LUNA Y LA T CUADRADA CARDINAL: EL PODER NUNCA ES ESTABLE CUANDO ES ILIMITADO


La Luminaria en el signo de la Balanza demanda paz y armonía; no obstante, a medida que realiza su recorrido realiza diversos contactos disonantes, con las energías de Aries y Capricornio, formando parte de una T Cuadrada Cardinal y detonando sus efectos implacables.
La Dama de la Belleza se encuentra con energías en Aries y Capricornio que la ponen en tres y dos, ya que una energía que evade regularmente los conflictos, se enfrenta inexorablemente con Marte, Venus y Urano en la explosiva e impaciente energía ariana,en tal sentido,consiguen alterar fácilmente la tranquilidad propia del signo de aire, a través de la inestabilidad emocional, la irritabilidad, la impaciencia, la insatisfacción, los cambios repentinos de humor provocando verdaderos problemas a nivel relacional, aunado a su contacto tenso con Plutón que traerá conflictos de control y poder al extremo.
Una configuración cardinal, dinámica y perturbadora donde la Luna detona tensión con Venus, Marte Urano y Plutón y éste último actúa como ápex o foco central de la formación; podremos esperar entonces conflictos y enfrentamientos vehementes donde la individualidad tratara a toda costa de hacerse notar, hay un rechazo por aceptar la ayuda de los demás, y existe una clara tendencia para imponer el mando y dificultad para ceder el poder; no obstante, es un emplazamiento que si se sabe aprovechar es excelente para resolver situaciones críticas que requieran acciones inmediatas y decisivas, sin embargo, Plutón como parte de esta configuración propende siempre a una completa metamorfosis, que nos deja una dura lección y aprendizaje.

Ast. Madelein Méndez

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